No, hoy no diremos nada, que el primer fin de semana siempre es el de mayor afluencia de público en una película de estreno. Y no queremos dar pistas, ni informaciones, ni nada. Sólo dos cosas: Christoph Waltz está inmenso, espectacular, tiene un personaje memorable. Y Quentin Tarantino hacía tiempo que no nos regalaba un peliculón semejante. Que no os despiste la presencia de Brad Pitt (que soluciona de maravilla su papel), que no os eclipse la esvástica nazi, que no os destripen la historia, esta fábula psicótica que sólo puede salir de una mente maligna y genial como la de Tarantino.Id al cine y disfrutad.Gracias por el cine, Tarantino.
Yo fui y ya colgué el resultado... Sublime Tarantino. Grandiosa película.
ResponderEliminarUn saludo
Estoy muy de acuerdo, Miguel A., con tu opinión. Segunda Obra Maestra. Y las críticas a las que aludes (falta de rigor histórico, duración excesiva) me parecen excusas vanas de aquellos a quienes, sencillamente, no les ha gustado. A mí, que sí me encantó, ni me lleva a mirar el reloj ni me importa que lo que me sorprenda con tanto agrado sea, precisamente, esa realidad irreal.
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