Buscar en este blog

jueves, 13 de diciembre de 2007

Tradición y gran ciudad

"Soy rural. De un provincianismo congénito que mira con ojos esquivos todo lo que huele a cemento más allá del revoque de las paredes. Cuando era joven y saltaba por las peñas, como Heidi, cantaba Mediterráneo a voz en grito en las estrofa en que Serrat le iba a dar verde a los campos y amarillo a la genista y no tenía que mirar el diccionario para localizar la palabrita porque en nuestro monte también crecía la retama de flor amarilla.

En esta ciudad que ahora se convierte en 'grande' fui una de las primeras fumadoras públicas, divorciadas a escondidas y conductoras de Mini Morris, que las mujeres de entonces no es que fueran muy liberales... Las tapas en las calles, los vinos con sifón, las barricas para apoyar el pincho siempre han formado parte de la gracia que tenía Logroño, como las cuadrillas maduritas de las terrazas de los cafés, repantingadas por todo el ancho de la acera, llamando a voces al amigo que pasaba, al que habían visto el día anterior.

Mis hijos le compraban chucherías al Tolo, chicles de a peseta y polos de limón, antes de bajar con las toallas a la Playa sin mar del Ebro, a esas piscinas de bordes de piedra y mosquitos histéricos. En esas tardes de verano llevé a mi hija por primera vez al cine, al antiguo Sahor de sesión continua, donde vimos E.T. tres veces seguidas.

Entrar a la estación del tren me da pudor. Me ha visto partir entre un grupo de hippies rumbo a París con billete de ida, y regresar por sorpresa de Madrid cargada de maletas. Me ha visto, y no me avergüenza, llorar durante cincuenta kilómetros por el amor al que decía adiós desde la ventanilla.



Ahora Logroño tiene que convertirse en una gran ciudad por mandato soberano de la Ley. Eso se nota en las calles como pistas de aterrizaje y plagadas de vallas, de nuevos complejos cinematográficos llenos de malas películas, de paneles informativos de obras, de ordenanzas contra el ruido, contra los fumadores, contra los bares, contra los botellones, contra la visión de las vías del tren medio abandonadas (...)"




Sí, así era. Y a todo esto hay que añadir que en tiendas, bares y mercados te llamaban por tu nombre y preguntaban por tu madre y por tu tío. Y el cuarto café o la tercera ronda te salían por la cara. Es paradójico, eso sigue pasando en Madrid, donde te ponen la tapa, casi te piden que no te vayas, el camarero acaba dejando el trapo para hablar contigo desde el borde de la barra y la última siempre es la penúltima, que para algo invita la casa. En Logroño, la ciudad pequeña, ya no. Que quiere ser grande.

sábado, 8 de diciembre de 2007

A pozaladas

Palabras a pozaladas, a cascoporro. Páginas web de chichinabo.
Bellas y algo ruralotas expresiones sonoras y desusadas -exceptuando a los chanantes-
De todo eso y de mucho, mucho más, hablaba una amiga mía -que tiene ya muchos post- en su petición del otro día. Buscaba la lista de palabras apadrinadas, y con su permiso transcribo sus razones:

"Voy a apadrinar pozal, sí señor. Porque me recuerda a mi infancia, a mi abuelo, a su casa, al sabor de los huevos fritos de verdad, al olor del café recién hecho, a los gazapos separados de sus padres para que no se los coman, a mi macho Lucero que se murió de viejo y a mí me dijeron que lo habían vendido, a los gatos callejeros, al calor de las 3 de la tarde de agosto, al frío de invierno de no separarse del brasero, al velar a los muertos en las casas toda la noche, a las procesiones con los pies descalzos y a muchas otras cosas que ya no están en mi vida. Jamás pensé que una sola palabra me pudiese evocar tantas cosas".

Como no le dejaron incluir su palabra querida en la lista (igual porque ya no están en los medios, porque ZP y Rajoy ya no entran en esa web), se la incluyo yo en la mía como homenaje a su abuelo, a su gazapo Lucero, al pueblo de Igea y a todo aquello que será su memoria futura. Ni la ciudad ni su ritmo, ni la anemia mental ni la asepsia emocional pueden barrer el recuerdo de una tarde en el pueblo, habráse visto qué rurales hemos salido...

viernes, 30 de noviembre de 2007

Y postre


Ayer me encontré en el metro de Madrid a Charlot. Parecía más corpulento que en el cine, debe ser la primera persona a la que la pantalla le adelgaza. Se balanceaba de lado a lado, moviendo su bastón, y dio un pequeño traspiés al llegar a las escaleras mecánicas, pero no se cayó ni nada, por suerte.

Yo iba deprisa, como siempre en el metro, y pasé a su lado y me salió darle la bienvenida:

Bienvenu, monsieur, le dije bajito. Salió francés porque no sé polaco.

Charlot me miró con unos ojos muy, muy azules (qué raro? En blanco y negro parecían oscuros...) y muy abiertos, y torció los morritos debajo del bigotón.
Me dejó pasar y parpadeó varias veces, como sorprendido. No dijo nada, claro, es mudo.
Ayer me encontré en el metro de madrid a una chica en pantalones pirata y chanclas. Chanclas brasileñas. En noviembre.
Creo que debe de ser la semana en que han sacado a todos los actores y performantes de Madrid a las escaleras del metro.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Aperitivo

DESPERTAR ES RENACER cada día.
Y ya la luz nos aguarda.
Ya está ahí comenzada, la historia que haya que proseguir.
Despertar es entrar en un sueño ya en marcha, venir desde el desierto puro del olvido y entrar, lo primero, en nuestro propio cuerpo, recordarlo sin rencor, entrar a habitarlo y recuperar nuestra alma, con su memoria, y nuestra vida, con su quehacer.
Entrar como en un capullo tejido por innumerables gusanos afanosos; retomar nuestro hilo en el capullo fabricado incansablemente por el gusano-hombre, hacedor de ensueños que se objetivan, fabricador de historia.


Maravillosa María.

lunes, 12 de noviembre de 2007

14 meses de vuelta al mundo

Catorce laaaargos, largos meses desde que la Expedición Anteriormente Conocida Como Un Mundo Aparte (en adelante EACC-UMA) salió del Puerto de la Sal de Sevilla -como Elcano- y del Mirador de Campos de Autilla del Pino -como El Viaje de los Tres Océanos-.

Andan aún empeñados en su decisión de dar la vuelta al mundo, sin un Rigodón que les alivie las durezas del camino, y ya han vadeado el río más largo, han subido a la cumbre más alta de América, han pasado por el único país que tiene más osos que personas, han sido detenidos en Moscú, robados en Suecia, tienen las llaves de una ciudad, han jugado con pirañas, cocodrilos, monos aulladores y tarántulas, se han bañado a 27 grados bajo cero y a treinta sobre idem, han solazado su mirada en aguas celestes y han dormido en los coches bajo la nieve implacable.

Y ahora nos lo muestran en una promoción que impresiona tanto por su belleza y ritmo como por su silencio.






Viéndolo, me dan ganas de retomar la iniciativa popular del PTY (Partido por el Teletransporte Ya), y no volver a pisar una sola calle que no depare una sorpresa.



Por ahí abajo está el link a su página web.

lunes, 29 de octubre de 2007

Alcanfor

situación:
Esta semana, el Consejo de Ministros se reunió en el despacho que utilizan al efecto, con su café y su botellín de agua por ministro, y el encargado de exponer el tema habló: Siguiente punto del orden del día, las bolitas de alcanfor.
Y los ministros y ministras en número cuasi equitativo escucharon, se pronunciaron y aprobaron. El amanuense copió y el de prensa redactó. El fotocopista fotocopió y la vicepresidenta portavoceó: el Consejo de Ministros prohíbe la venta de bolitas antipolilla para los armarios, porque los niños tienen riesgo de comérselas como si fueran caramelos.
Ah, y salió en los informativos, claro.

Porque hoy los niños no saben lo que es el alcanfor. Que anda que no tiene que saber mal ni nada. Esto lo digo yo.
Y porque en este país no hay asuntos más preocupantes y urgentes que requieran de los diez minutos que tardó el consejo en escuchar y aprobar el tema.
La lejía es súper tóxica, los cuchillos cortan y la laca sobre los ojos quema. Yo de eso me enteré demasiado tarde, con un lavado gástrico, una tirita y un colirio. Tampoco les tenía a ustedes, claro. Señores ministros, ¿no nos los quieren prohibir?

Odio el paternalismo...

miércoles, 24 de octubre de 2007

Rediseño de El País

El nuevo El País -con tilde...- me tiene felizmente sorprendida.
Hay cosas que me gustan más y otras que me gustan menos.
Entre las que menos, que hayan quitado los leads -qué pena...- y el anuncio HORROROSO del pesado pedantuelo pasado de feliz que brinca por las ciudades de este mundo y que me recuerda demasiado, para mi dolor de cabeza, a aquel mimo de la flor azul........ seguro que las chicas del mundo lo recuerdan.
Entre las que más, la fotografía, que campa por su respeto en las páginas (más blancas?) del periódico. Me gusta que amparen más posibilidades de proporción que la de 4:3, que incluyan nuevos cortes, puntos de vista distintos, más sutileza en la visión y menos rueda de prensa, incluso, como hoy en la 3, fotos artísticas y metafóricas.
En general, me gusta todo el refuerzo del lenguaje gráfico del periódico.
Creo que la fotografía es algo más que una entrada de lectura como las demás, pues cuenta una historia complementaria o paralela, y si se la elige bien puede reforzar o correr de forma independiente a lo que se cuenta. Según la intención... Y como ya El País ha decidido dejar de ser ese Diario INDEPENDIENTE de la mañana, pues tampoco pasa nada si se les ve el plumero con las fotos, ¿no?

Mi barrio

Me fascina este barrio, excepto en las madrugadas, como hoy, con tres coches entregados a la creación musical simultaneando sus bocinas. Lo normal sin embargo es que sean los viandantes los que nos dan recitales, unos a coro tunero, y otros creyéndose los Niños de Candeal, aporreando los cubos de basura.

Ya he hablado alguna vez de las parejas de municipales apostados en las esquinas. Pero es que alguno de esos municipales son ex legionarios de pelo cano y muchas cachas, que se toman un café contigo.

Esos mismos municipales alternan sin estorbarse con el grupo de Hare Krishna de los domingos. Hay dos pases, a las 13.05 y a las 15.00. Tiran florecillas de un cesto y regalan dulces de coco, y cantan ritmos hipnóticos con un acordeón y unos crótalos. Pero también con un MEGÁFONO, por derrumbar el sueño resacoso de los jóvenes que no tienen para ventanas aislantes, y porque el número de Hares Cantores se ha reducido a una lamentable media docena de rapados.

El domingo de los Hare Krishna es el día de descanso del ejecutivo de la plaza de la iglesia. Durante la semana, cada día aparece con su traje raído, su corbata y unos zapatos muy limpios. Se sienta en uno de los bancos, siempre el mismo y en la esquina, a no ser que esté ocupado, junto a pobres y quinquis, y abre su portátil sobre el regazo. Cuando paso le veo siempre sonreír, y cuando me giro siempre su portátil abierto tiene la pantalla en negro.

Llegó una paupérrima nueva al barrio esta semana. Una joven prodigiosa. Era una mañana soleada y ella estaba recostada contra la pared, con unos brazos regordetes y lustrosos, muy pálidos, sobresaliendo de una sábana rosa. Toda ella era sonrosada. Al pasar, dio los buenos días, se incorporó girando la joven cabeza y me pidió por favor un eurillo que llevara suelto para tomarse un café. Yo le di dos, para el bollo, y ella correspondió así: "Muchas gracias, me va a venir muy bien. Es que tengo la espalda... y el cuerpo entero... he debido de pasar una mala noche".
Como una gran idiota, le contesté: "Sí, yo también tengo la espalda echa polvo... pero creo que es por otras razones". (?)

Ayer, ya no estaba. Espero que con el frío haya conseguido una manta, al menos. Ayer la sustituyeron las chicas llorando. Fue el día de las morenas llorosas que buscaban el consuelo en móviles o en brazos de amigas. Una de ellas parecía un dibujo manga: Vestido corto de cuadros blancos y negros, flequillo largo y oscura melena de liso japonés. Era como ver llorar a la novia de Oliver o Benji. Tengo que ponerme al día en series infantiles japonesas...

martes, 16 de octubre de 2007

las apariencias...

Seguro que muchos lo conocen, pero no por ello es menos espectacular.

La ternura de este hombre, Israel Kamakawiwo, una voz y un ukelele, un estudio de grabación a altas horas de la noche y una pieza inolvidable.





Y si aún hay alguien que no conociera a este artista hawaiano fallecido, que eche un vistazo.
La primera vez que lo vi, hace tiempo, me llevé una conmoción como una bofetada.
Hace unos días, por algo parecido -otro prejuicio de apariencias- lo recordé.

martes, 9 de octubre de 2007

Va de música

Va de bossa, en realidad. Qué tendrá la bossa que a todo el mundo le mola.
A mí me emociona. Esta canción, señores, ha sustituido a la que para mi funeral tenía escogida de Caetano Veloso. Y que me traigan a Lulu Santos para hacer el doblete. Fabuloso.
Esta, Como uma onda, era una bossa nova clásica y rapidita, sambera, que gana enteros en esta intimista versión.
Una letra también sabia, sencilla y maravillosa.
Que os guste.

domingo, 7 de octubre de 2007

Cuántas veces




¿Cuántas veces hay que escuchar las mismas palabras? Todas, hasta que se asimilen.
¿Y cuántas se puede oir ciertas palabras dentro de una misma melodía sin cansarse de ellas?
Si es en la dulzura de Caetano, infinitas.
Sozinho.

viernes, 6 de julio de 2007

CHIS PÚN!!


Ay! Por tercer año consecutivo (tercer año... mmm ¿coincidencia, D? No lo creo...) ME PIERDO


LOS SANFERMINES!!!



Ah, mísera de mí, ah, infelice!!!



Oh, tristeza, melancolía del olorcillo a txistorra y kalimotxo (hay que envascuenzarlo) que no sale ni con lejía; de los ohhhh ahhhh por la noche en la Vuelta del Castillo viendo los fuegos; del chocolate con churros después del encierro; de esa promesa de Riau Riau que nunca llega a buen puerto; nostalgia del pañolico y la faja, de los cabezudos y los kilikis, del nuevo muñeco "Festiman" (¿?), de los guiris atontados que todos los años se espachurran cayendo desde la fuente de la navarrería; de los pesados de PETA; de esa fraternidad inenarrable y espontánea que se impone entre todos los que por allí se dejan caer, de los australianos, de los punkies, de los americanos, de los franceses (uy) de los sudamericanos, de los ingleses, de los españoles y los del Estado español, de los del Estatut y los de la Feria de abril, de los centralistas y los de provincias, de los leoneses y de todos los aquellos que van para pasárselo como en su vida.



Una terrible morriña de los almuerzos de huevos con chistorra y jarras de sangría bajo el sol, de la jota de la Alegría de Iruña, del torico de fuego, de los carteles que siempre son feos, de no parar de bailar todos los sones, de las camisetas a rayas de algún perdido y el blanco neutrex de los demás; de que la gente te hable con ese extraño acento que tilda siempre la última sílaba de las preguntas...



Echo de menos mi tierra.



Ay. Y luego preguntan por qué son tan grandes estas fiestas...



Amiguitos, amiguitas,



¡¡¡¡¡¡¡¡¡VIVA SAN FERMIN!!!!!!!!!!!!

jueves, 14 de junio de 2007

Super-Trich, el Monstruo de los Cajeros.

Tenemos semana de héroes, señora.

Una banda de rumanos, espectadores acongojados y una joven indefensa. Sirenas de policía en lontananza (sí, esto lo pone mi imaginación). El escenario, un cajero de Caja Madrid de cualquier calle de la capital.
Con agilidad dactilar, la joven -en adelante Trich- pulsa número secreto-sacar dinero-otras cantidades-10 euros cuando ve con sorpresa una hoja de periódico tapando la pantalla y la ranura por donde debe salir el dinero.
Atónita, se gira dando manotazos al aire y encuentra la oposición de dos jóvenes rumanos que le empujan mientras uno de ellos pulsa algo en la pantalla, algo que Trich no puede ver. Se asusta entonces y su mente trastornada rechaza el concepto de peligro. Trich empieza a gritar como una hidra: "¡Que me roban! ¡Socorrooo! ¡Apártate de mi dinero! ¡Maldito tunante!", y otras cosas peores que no se ponen en un blog.
Pero, ¿la ayudaron? ¡No! Los espectadores ejercían de mirantes, aislados todos en su soledad, con la boca abierta y el corazón encogido, sí, pero también con las piernas y brazos inmóviles y cierto ceño de curiosidad.
La banda de rumanos maleantes (que eran dos, de modo que pueden ser banda) empujó entonces a la joven y se hicieron con la tarjeta de Trich. Pero ella se zafó, les arrebató de malos modos la misma tarjeta de las manos y ellos, con gesto de perplejidad, marcharon calle abajo con su hoja de periódico grasienta de delito.
Pero, ¡ay! Trich se da cuenta entonces de que la ranura del dinero está vacía. ¡Horror! ¡Tanto trabajo para dar sus frutos a unos ladrones! ¡No! El sentimiento de injusticia es tan grande que todo el cuerpo de la joven gira, se estremece y deja paso a la hidra, a la heroína, a SUPER TRICH!!
SuperTrich corre calle abajo y, al grito de ¡Devuélveme mi dinero, hijo de puta! le arrea al rumano más cercano un puntapié soberano, aplicado con impulso, que va a pegar donde no hay hueso. Aún va SuperTrich a seguir la paliza, con las fauces abiertas y salivando improperios, pero el rumano abre mucho los ojos con gesto herido y se muestra a sí mismo el contenido del hurto, aún en su puño cerrado.
¡Son diez euros! Claro, el rumano lo ve y se le queda cara de alucinado. Seguramente lo que farfulló en su idioma natal fue: "¡Toma tus diez euros, loca de mierda!", cuando entregó el montante del robo a SuperTrich.
Ella, dignísima, se giró satisfecha del deber cumplido y recibiendo los ánimos de un espectador acongojado: "Has sido muy valiente, ¿te han robado mucho?".
Manda narices.

Con esos diez euros recuperados, SuperTrich envolvió a las hydras en los rizos de su pelo, paró un taxi porque le temblaban las piernas, y se echó a llorar.
El taxi le costó 6,5 euros.

Hay momentos heróicos por diez euros.
Para todo lo demás, Mastercard.

viernes, 1 de junio de 2007

Madero, apártate de mi cerveza

Lo más triste del mundo es parafrasearse a uno mismo, pero... tomémoslo como una inocente recurrencia.

Los maderos de mi barrio se están replegando, comienzan a abandonar nuestras calles e intersecciones. Pobres. Son buenos, los locales, con su gorra de plato y sus petos fosforitos, se tienen que sentir incluso un poquitín ridículos. Buena gente. Como el local que estuvo el otro día compartiendo un café con nosotras en el 2 de Mayo, hablándonos de sus tiempos en la legión y de que la gente del barrio está hasta las narices de no poder dormir, explicando con claridad donde les metería los bongos a los hippies... (en su caaasa...)

Ahora que los locales van desapareciendo, los chinos han vuelto a vender cerveza, gracias a Dios y a Buda. Ahora, ya no tienes que gastarte los cuartos a las nueve y media de la noche en un bar por una simple birrilla para llevar. Que luego, en las intersecciones, la media docena (ya no son pareja) de locales te hacían abrir lo que llevaras, como si esto fuera USA. Ahora no, un susurro, ochenta céntimos, una cerveza. ¿cómo puede estar prohibido vender cerveza en un ultramarinos? Maldita sociedad ultraprotectora...

lunes, 28 de mayo de 2007

Inventos 1


Os voy a ofrecer una primicia: el teletransporte existe.
Más o menos.
Ah, pero ya podéis perder la fe: nunca lo van a comercializar, jamás, porque saben que si este invento se conociera desaparecerían las huelgas de pilotos de Iberia y maquinistas de Renfe. Y eso no se puede consentir.

Pero sí, amiguitos. Lo he descubierto releyendo una noticia. Hace apenas unos meses se cumplió el 40 aniversario de un hito histórico: el día que Yuri Gagarin dio la vuelta al mundo en algo más de una hora. Y lo hizo en el V2, esa birria de cápsula que aparece en la foto.

La Tierra tiene un perímetro de 40.000 km2, y el V2 lo recorrió en 1 hora. O sea, que ese cohetillo iba a 40.000 km/h, en matemática básica.
Las primeras naves espaciales tripuladas eran una cápsula redondeada y diminuta, en la que apenas cabían dos tripulantes muy juntos, hombro con hombro.

No creo que sea muy difícil, entonces, crear una de esas burbujas individualizadas. O sin individualizar, que los pobres que nunca hemos tenido chófer disfrutaríamos sin duda de la frivolidad de tener piloto -o capitán, no sé- particular.
Imaginad: Madrid-París. 1.050 kilómetros. Coges tu maleta, te metes en la cápsula, abrochas el cinturón, te preparas para entrar en gravedad cero, y en 1,5 minutos estás en el Campo de Marte, París, que es un buen sitio para aterrizar una nave espacial.
Madrid-Anchorage (Alaska): 8323 kilómetros. En vez de chuparte tres aeropuertos y más de 30 horas de viaje, aduanas incluidas, te pones el casco, entras en la estratosfera y llegas en 12,4 minutos.
El viaje más largo desde Madrid sería Sydney, más o menos, y se llegaría en solo 25 minutos.

¿Es esto teletransportación? Pues sí. Transportación a lo lejos, literalmente. Y a lo rápido, ¿verdad?
Democraticemos y popularicemos el teletransporte: naves espaciales para todos, espacio aéreo libre, suelo protegido para lanzaderas privadas.

Hoy, en este día de reflexión posterior a la jornada electoral, yo pido a los sufragistas que se comprometan con la causa: PTY. Partido por el Teletransporte Ya

miércoles, 23 de mayo de 2007

Los peristas

El lenguaje evoluciona al ritmo en que varía la vida, creemos -sobre todo por lo que dice el Diccionario de la RAE-.
Por eso iniciativas como la que apuntaba hace unos cuantos post, la de las palabras apadinadas, antiguas expresiones que usábamos antes y que ahora, o no las necesitamos, o las hemos sustituido. Y en el peor de los casos, olvidado.

Pero no siempre es así. Por ejemplo. Dice el DRAE:
"Perista: Persona que comercia con objetos robados a sabiendas de que lo son"
Yo no diré tanto, ni mucho menos, pero cada uno que piense lo que quiera. Vamos con ello:

Tenía algunos monitores viejos que ocupaban mucho espacio y de los que necesitaba deshacerme, y encontré la opción de verderlos a una tienda de compraventa de objetos, bastante conocida.
Sola en casa, un lunes de puente por la tarde, enrolé a una amiga para que pasara a recogerme con el coche. Con estos bracitos de mantequilla bajé los monitores del altillo, uno a uno los metí al ascensor, uno a uno los llevé hasta el exterior del portal, uno a uno los subí al coche cuando ella llegó.
De nuevo con los mismos bracitos, ya más hinchados tras el esfuerzo anterior, uno a uno saqué los monitores del coche a la acera y uno a uno, pasito a paso como las hormigas, los fui acercando hasta la puerta del local.
5,10 pm

Había ya en esta tienda de compraventas -acceso por puerta "ventas"- una media docena de personas esperando turno, cada uno con sus paquetes. En ese momento, el mostrador estaba ocupado, oculto diría yo, por una chica morena con un bolso de deporte, del que estaba extrayendo todos los objetos de lo que podía ser una lista de boda homeless: unos doscientos VHS nuevos y envueltos, alrededor de mil CDs de música utilizados, una plancha, batidora, tostadora, sandwichera, un secador, una depiladora...

El proceso de venta esel siguiente: uno llega al mostrador, expone su mercancía. El dependiente pregunta cuánto quiere por ello y, si el material es bueno, cuánto es el mínimo que permite. Entonces, explica que tiene que dar la información a sus superiores, quienes fijarán un precio. Por fin vuelve, ofrece la pasta y se cierra el trato.

Mientras mi amiga y yo esperábamos, fueron desfilando un chico con dos bicis de monte, que recibió cuatro o cinco billetes de 20 euros; un tipo con un portátil Airis que esperó más de media hora para que el dependiente para que le dieran 250 euros; otro señor con una cámara de video, uno con un fax que se fue sin vender...
Y con nosotras esperaban unos cuantos señores que entraban y salían, que veían aparecer a alguien y le llamaban por su nombre. Señores flacos y con pocos dientes, con mala dicción y cierto aliento a vino.
En un momento dado, tras muchas quejas porque llevaban esperando demasiado, un nuevo dependiente asomó la cabeza. Los señores flacos se levantaron saludándole con confianza. Se reunieron en una esquina del mostrador y uno de los señores flacos abrió una bolsa negra y le mostró una ¡...radio de coche!
-Que esperemos un poco -comunicó el señor flaco, volviéndose a otro señor desdentado.
Yo miraba el cartel sobre mi cabeza, ese que avisa de que todo el mundo debe identificarse porque la policía inspecciona a diario la mercancía comprada...

Por fin me tocó el turno. Cargué con ayuda de los señores con aliento a vino los monitores sobre el mostrador y exhibí una sonrisa.
-¿Cuánto pides por ellos? -pregunto el dependiente.
-Bueno, le has dado 250 al del ordenador -argumenté-, así que dame a mí 200 por todo.
-Voy a preguntar.
Tuve suerte y, al menos, salió enseguida. Seguro que había ido a fumarse un cigarro.
-Lo siento -mal comienzo-: Te ofrecen 10 por cada uno de los grandes y 3 por el pequeño.
23 euros.
Las 7,05 pm.
Dos horas, cinco moratones, tres monitores. 23 euros.

Muertas de vergüenza y risa, mi amiga y yo salimos.
-Si lo llegamos a saber -nos dijo uno de los señores flacos- te los compro yo en la puerta.

-Fíjate -le dije a mi amiga-, estas son las nuevas almonedas.
-No. Son los nuevos peristas.

domingo, 20 de mayo de 2007

Ah, la primavera



Qué asco de primavera, hombre ya!


Esta estación nos pone a todos pelín ciclotímicos, y a mí me ha llegado la hora depresiva, a la que sobrevendrá otra hora de máximas cotas maníacas-románticas-florecientes.


El caso es que estoy hasta las narices. ¿Será que la sangre altera, que los pajaritos cantan y luce el sol? ¿será la astenia primaveral? ¿Será la duda eterna: qué me pongo hoy? ¿Por qué será que aún se cruza gente con bufanda con gente con tirantes; personas con botas de ante y minifalda, y otras con abrigo y sandalias?
En este tiempo, y aquí en Madrid, una no sabe si va o viene, si entra o sale, si está llegando o se pasó.

Yo, en las cimas de estos ciclos emocionales, estoy de topicazos: deportiva y cultureta.

Pero en lo cultureta, ya veis, he de ir pegándome con las ancianas y los jóvenes gafapasta.

Y en lo deportivo, aún peor: bailo bolliwood, camino al máximo, voy al gimnasio. ¡quién soy?

Pero es primavera, época en la que todo varía de un segundo a otro, tiempo de readaptaciones. Y se ve que tardo en adaptarme:

Si camino con la música puesta, pego saltitos y doy vueltas por la calle y, oh, me mareo.
Si voy a mis clases de danza con una sandalias, que hace mucho calor, mis pies blanditos del invierno no resisten, me salen unas heridas gigantes y, hala, toca caminar descalza por mitad de la latina, esperando a que alguien me lleve en brazos (qué tiempos, esto de esperar en dominicana no hubiera pasado...)
Si voy a ver el lago de los cisnes a la intemperie, con un escote veraniego y generoso, juvenil como yo misma, me agarro un catarro estupendo por idiota presumida.
Que voy a nadar, llueve.
Que vengo cansada del gimnasio, me quemo.

Pero ¿cuándo van a coincidir mis intereses y los del tiempo?


arrggg

viernes, 11 de mayo de 2007

La democratización del arte. Rasgos.


Sí, sí, es un tema tostón...

La democratización del arte, ¿quién acuñaría la expresión?, no sólo tiene la vertiente del proceso creativo, que hace que cualquiera se pueda convertir en un artista serie B.
También se trata, al parecer, de que todo el mundo acceda al mismo arte. Es el bello concepto de la igualdad de oportunidades, no?
Pero no todo el mundo puede tener un Miró sobre el retrete, para eso las reproducciones.

No iba por ahí, de cualquier forma.

Ayer me decía una artista de 81 años, mujer cineasta y documentalista reconocida y con razón, que le sorprende lo viva que está Madrid en actividades culturales.
No estoy tan de acuerdo, porque igual que la iniciativa empresarial, la artística está de capa caída en esta generación nuestra, opino.
Es verdad que ha gustado mucho la iniciativa de nocturnizar las citas artísticas (la noche en blanco, la noche de los teatros, la de los libros... suma y sigue), pero ahí estamos entonces todos, borreguitos jóvenes y sedientos, ovejitas maduras y ociosas, corderitos gregarios de toda edad y condición, acudiendo inconscientes e ignorantes hacia el aspa roja marcada en el plano de la ciudad.

Y hay clichés, y a veces es por fortuna. El otro día, en la noche de los libros, se llenó la castellana porque una buena orquesta daba gratis un recital. Mientras, frente al Palacio Real, apenas cien personas sentadas en el suelo se deleitaban con una representación del réquiem. Pero, como lo ejecutaba el coro de la Autónoma, y eso parece cosa de estudiantes, fue menospreciada. Gracias a Dios.
Seguro que no ocurre lo mismo con Tamara Rojo, que bailará el Lago de los cisnes sobre el lago del retiro. Idea de masas, ay. ¿Nos tendremos que pegar? ¿Cuántos móviles llegarán a sonar ahí, al aire libre, mientras suenan los compases? ¿Algún espontáneo alegrará nuestra euforia lanzándose al agua? (porque anda que no es aburrido el ballet, verás que risas de bostezos)
Las masas me dan miedo, y las señoras que se llevan el bocadillo o el tupper de tortilla, que aún las hay, no sólo me dan pánico, sino que me veo que acabo igual.

viernes, 4 de mayo de 2007

Las Listas (II)

Siguiendo con los listados, siempre tan agradecidos, llega el segundo ranking. Para algunos de nosotros, para mí, un descubrimiento. Una noche de primos juramos un zapateo en una tumba, y otros dieron la idea de la banda sonora del acontecimiento.
Como siempre, están desordenadas. Como siempre, agracemos incorporaciones.
Aquí llega el ranking definitivo, el top ten de las canciones de mi funeral.

1. Desde que o samba e samba (Caetano, su guitarra y su preciosa voz)
2. She (porque soy yo, sí señor. Hay que contar con la posibilidad de que se encadene a Ain't no sunshine when she's gone. Momento diva)
3. Wild World (la están poniendo en este momento. Cat Stevens)
4. Autum in New York (Billy Holliday)
5. My Heart is So Broken (Bjork en concierto. Tan trágica)
6. Walk on (U2. Momento "la vida sigue" en plena nostalgia)
7. Road to nowhere (David Byrne. No Talking Heads. Es una aportación de Macavity. Momento depresivo)
8. Michelle (Los Beatles. Si queda alguno, que me lo traigan)
9. The Rising (Bruce Springsteen. Comienza el momento álgido "coro de gospel y palmas")

10. Nessun Dorma (ópera Turandot. Nadie dormirá esa noche. "Vinceró, vinceróoo". Climax y fin)

jueves, 12 de abril de 2007

LISTAS (1)


Y empezamos con los rankings. Contradictorio, como siempre, el ser humano ama las listas (algún humano más que otros). Ordenar lo que nos rodea por preferencias es un acto libre, pero que nos resta libertad, constriñe nuestra volubilidad y, a ciertos espíritus inconformistas o tímidos, puede llevarles a arrepentirse.

Yo no me arrepiento y, siguiendo con los topicazos, sé que rectificar es de sabios. Así que os propongo un primer ranking cortito. Un top five. Estas son mis cinco mejores canciones para levantarse por la mañana. A ver quién lo mejora.

1. SOMEBODY TO LOVE. La canción es de Queen, pero me quedo con la versión de George Michael en el homenaje en Wembley.

2. SWEET LOUISIANA SOUND. La del anuncio de Larios. De Billy Pilgrim. Os adjuntaría si pudiera un lugar donde oirla, que merece la pena.

3. BAD, BAD LEROY BROWN. De Frank Sinatra, una maravilla del canalleo.

4. WALKING ON SUNSHINE. El clásico de Katrina & the Waves

5. ELEVATION. de U2, porque cuando empieza el uhú uhú... dan ganas de mover la cabeza como Europe.

martes, 3 de abril de 2007

Una persona, una palabra

Siguiendo con el post de ayer, estoy sonriente. Me encanta este juego de apadrinar palabras perdidas. Pero, ohhhh, gran tristeza me abruma. Sólo se puede apadrinar/madrinar una palabra por persona. Me quedé con ababol, pero no me basta, no.
¿Alguien me hace un favor? ¿Puede alguien apadrinar "borraja", por favor? Esa planta riojanísima, que poca gente conoce y nunca me gustó, que cuando era pequeña se me quedaba en el plato para cenar si no me la comía, y para desayunar si no me la cenaba...
Y también por favor, que alguien apadrine el mejor verbo de la historia: "Refocilar". Jajaja. Hay que verlo escrito y conjugado, es un garabato lingüístico, un chiste. Y en pronominal, suena tan sucio, tan campestre y groserillo... "me refocilo"... parece que uno se revuelca en la palabra cuando lo pronuncia. Me refocilo.
Me encanta este juego de apadrinar palabras perdidas.

lunes, 2 de abril de 2007

Las bellas palabras

Hace apenas unos días, el buen Alberto FS -"f" de futbolero y "s" de, sí, salido- nos preguntaba a Tino y a mí sobre las palabras que nos parecen más bonitas. Ababol, le decía yo. Y aljibe, y hangar. A él le gustaban algunas similares, llenas de barroquismo en la pronunciación y de nostalgia infantil y campestre en el significado. Y, por fastidiar, escogió también Pan.

Hoy leo en los periódicos que ha comenzado una iniciativa para apadrinar palabras en desuso, para que no mueran. Está bien, se puede hacer por internet. Yo, claro, he amadrinado ésa, ababol (que puede ser usada como insulto, por cierto) Y también borraja, y almazuela. Y votaré por zanguango y landa. Total, como es gratis... Ahora sólo podré hablar con arcaicismos, que es algo que siempre me ha gustado.

El caso es que ya conocía esta iniciativa: hace varios años, mi querido amigo leonés (y no es que no tenga más amigos de León, es que éste es, como primer adjetivo y característica, leonés), él, digo, me contó la iniciativa de un partido político para apadrinar palabras en dialecto leonés. Tenía un puntito más atractivo este bautizo de palabras, pues había que ir físicamente a elegirla, a comprobar que nadie más la tenía, y te daban un diploma con tu nombre, tu palabra y tu compromiso: utilizarla correctamente cuanto se pudiera. Sé que lo cumplió; es un tipo muy raro, ya en general, que usa palabras como citerior, alfoz o madriz, por puro placer estético. He olvidado cuál era la suya, pero recuerdo que tenía un dulce significado.

PS. También he descubierto que se elaboró la lista de las palabras más bellas en castellano y, Dios, qué cursi es la gente, se escogió la palabra Amor. ¿Amor? Hay que ser evidente y sosaina.


jueves, 1 de marzo de 2007

Ovieu y la dialéctica

No puedo por menos que hacerme eco de esta nueva entrega de You Tube.
Qué recuerdos, pardiez. Aquellos años de universidad, ese Fernando Bedel que invitaba a pacharanes cuando había derbi Real Madrid-Barça, esas tardes de duro fútbol en la pantalla gigante del aula magna.
Y del mismo modo que uno da los buenos días, cada día la misma conversación:
-¿Qué hay, Hugo? ¿Qué pasa con el Oviedo?
-Espérate a la semana que viene, ¡ya me contarás, ya! ¡os vamos a dar p'al pelo!
-jajaja, hala, venga, hasta mañana, con cuidao...
-jaja, hasta mañana, sí

¿Qué ha sido de esas conversaciones hoy? Desde luego, los actores no repiten escenario, pero el motivo del post no es ese, sino el drama de tantos ovetenses apáticos ahora que su Real Oviedo ya no está en primera. Bueno, en realidad tampoco está en segunda... ¡En segunda B, qué fatalidad! ¡Va a terminar jugando contra el Logroñés!

En fin, que sin intención de hacer sangre, vayan mis respetos por delante y esta joyica del sentimiento astur para todos los condolientes.

lunes, 29 de enero de 2007

El Día de los Raros

.
¿Era ayer, por casualidad, el Día Internacional de los Raros? ¿Era su sede de concentración Madrid, acaso?
Dos ejemplos:

ocho treinta de la mañana, Plaza España, un señor chino, bajito, moreno, con un chandal oscuro hace cosas con los brazos. Una señora china, rubia, delgada y bajita, con otro chandal verde claro imita todos sus gestos. Pero el de oscuro no se pica. Igual es que están sincronizados. Levantan una pierna, la estiran a un lado, pasan un brazo mirando al cielo por delante de su nariz, se llevan el otro al tobillo. Muy raros. No miran las estatuas y hace un frío que pela, y la gente que pasa les hace fotos. Yo no, que voy al trote. Oigo que alguien dice: "Mira, qué guay, haciendo tai chi..." ¿Serán de la misma secta?

cinco treintaycinco de la tarde, metro de Argüelles, línea marrón. Me siento en el vagón (en Argüelles inicia la marcha, y siempre hay sitio) y me pongo a leer mis cositas. De pronto, oh situación inaudita, oigo una carcajada. Jajajaja!!! Alzo la vista, y una señora con los ojos chiquititos por la risa intenta en vano ahogar su alegría. Mi cara es de estupor, dicen que si uno se ríe solo es que está loco. Vuelvo a lo mío. A las dos estaciones, nueva carcajada. Miro alrededor y hallo el motivo de su risa. Dos asientos más allá del suyo, justo en frente del mío, está sentado un señor muy calladito. Lleva traje marrón a rayas, gafas de pasta oscura, una camisa que algún día debió de ser blanca, color de los calcetines que luce bajo los mocasines. Será cincuentón. Y si no habla no es por timidez, sino porque está dormido como un tronco. Y la buena mujer se ríe de las cabezadas enormes que da, al ritmo del traqueteo del tren, que en una curva le llevan a descoyuntarse la cerviz contra el fuselaje y en la siguiente curva le dejan tendido como un niño sobre el regazo de un joven rumano que no sabe ya qué hacer. Varias estaciones más y el rumano se levanta. Al cincuentón, que pierde la estabilidad, se le caen la baba y las gafas. El rumano se las dobla y las deja en el bolsillo del traje. El angelito ni se entera. Ya medio vagón se ríe, con más alegría ahora visto que el tipo no despierta, cabeza para aquí y cabeza para allá. Y empiezan las elucubraciones: ¿cámara oculta? ¿dónde? ¿estará pirirpi que no se entera? A ver si le van a desplumar... ¿cuántas estaciones llevará así? Y en estas, tras la siguiente estación, todos vemos con claridad como una joven de estas de metro ochenta, patas largas con mini-minifalda, bucles rubísimos y abrigo ceñido se le sienta al lado. Las carcajadas se cuelan entre los dedos que tapan bocas, como golpes de hipo o de tos. Y al hombre se le cae la cabeza sobre el prolijo pecho de la joven. Ahí hasta yo me río. La joven respinga, unos jóvenes le chistan, otros le provocan con una pluma y la mujer de enfrente ya se ríe a sus anchas. Cuando dejamos el vagón, yo sé cómo se llama la mujer, cómo era cada persona que llegó al metro, qué tipo de carácter tenía cada uno. Y pienso, qué rara esta mujer, que se reía tan a gusto y no estaba loca.

miércoles, 24 de enero de 2007

RIP KAPUCINSKI


Recuerdo la primera vez que leí a Kapucinski. Fue El Emperador. Empecé con una novela, algo densa, pero brillante en descripción y sensaciones. Tan periodística.

Seguí con numerosos artículos de su época como reportero de guerra. Y como todos los periodistas, sin duda, me alegré enormemente cuando le dieron el Príncipe de Asturias, y lo nomino en privado año tras año para el Nobel.

Nunca llegó este premio, ni llegará ya, supongo.

Kapucinski ha muerto hoy, pope del periodismo y la palabra, gurú de rostros ajenos.

Dejo un par de reflexiones de este gran hombre, que me recuerdan eso que decía el amigo Alfonso Negrón antes de emprender la vuelta al mundo: "Cada cultura tiene un rostro diferente y quiero reflejar todos ellos". Y lo que dice hoy, en medio del periplo: "Los diferentes rostros de cada cultura son el rostro del mismo hombre".


"A mí me interesa la gente, los ciudadanos que no salen en los medios. Si quiere usted hacer un reportaje, tendrá que conocer a las personas que viven la realidad que usted describe: tendrá que vivir con ellas". (kapucinski dixit)

O aquella paliza que nos daba Paco Sanchez en primero, y hasta cuarto:
Los 5 sentidos del periodista: Estar- Ver- Oír (o mejor escuchar)- Pensar- Compartir (o contar)


"Nuestra profesión no puede ser ejercida correctamente por nadie que sea un cínico [...]El cinismo es una actitud inhumana, que nos aleja automáticamente de nuestro oficio, al menos si uno lo concibe de forma seria. [...] Quien decide hacer este trabajo y está dispuesto a dejarse la piel en ello, con riesgo y sufrimiento, no puede ser un cínico."

Que descanse en paz, y en un lugar mejor.
.

miércoles, 17 de enero de 2007

Ni un día sin poesía 2

.
Siguiendo con esta tarea didáctica que me he propuesto (que parezco algún presidente del Gobierno, o Gallardón), toca otro poema, este del gran poeta algo olvidadillo en las clases de muchos profesores de literatura, Pedro Salinas. Recomiendo la lectura de La voz a ti debida.
El texto que recojo, que no sé cómo se titula, y si dejamos a un lado la circunstancia de la muerte, sigue con el tema anterior de las ausencias, y de las presencias que trascienden un momento, o una vida.

"¡Qué alegría, vivir
sintiéndose vivido!
rendirse
a la gran certidumbre, oscuramente,
de que otro ser, fuera de mí, muy lejos
me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espías
-azogues, almas cortas -, aseguran
que estoy aquí, yo inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los nombres,
la verdad trasvisible es que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allí
estoy buscando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser por el que miro el mundo
porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio;
y es que también me quiere con su voz.
La vida -¡qué transporte ya!-, ignorancia
de lo que son mis actos,
que ella hace,
en que ella vive, doble, suya y mía.
Y cuando ella me hable
de un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
recordaré
estrellas que no ví,
que ella miraba,
y nieve que nevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
de haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar, quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era sólo
mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
otro ser por detrás de la no muerte".
.
Ahí queda eso.

lunes, 15 de enero de 2007

Ni un día sin poesía 1

.
Empezamos el ciclo ni un día sin poesía. Sí señor, como en el metro de Madrid.
Os animo a todos a que colguéis vuestros fragmentos favoritos.
Empiezo por este pedazo de un pedazo-de-poema de Cernuda, creo. Y se lo dedico al ausente.
.
"Como todo aquello que de cerca o de lejos
me roza, me besa, me hiere,
tu presencia está conmigo fuera y dentro,
es mi vida misma y no es mi vida,
así como una hoja y otra hoja
son la apariencia del viento que las lleva."

miércoles, 10 de enero de 2007

Iniciaciones polares


Alaska, territorio de "conquistadores" yankies, de fiebre del oro, borrachines, nieve a raudales, salmón salvaje, zarzaparrilla, amaneceres que se unen con los ocasos, esquimoides y pescadores de focas, ha sido mi primera vez en muchas experiencias:

Mi primer día de 48 horas.
Mis primeros dos días de 12 horas cada uno.
La primera vez que camino sobre las aguas, de un lago ..... >>






Casi he visto mi primer alce.... (pero sólo casi... jjjrrgghhhhññññ)
Mi primer combate con espadas láser de hielo.
Mi primera cena de Nochebuena con una familia yanqui, roast beef, pavo asado y polvorones de postre.
Mi primera gran gran tormenta de nieve.
La primera vez que patino sobre hielo, sin patines.
El primer muñeco de nieve más alto que yo. ..... >>>








La primera vez que estoy al lado de un león marino (nos miraba mal)
Los primeros síntomas del Síndrome Alaska, desconocido y letal, que te deja grogui con el paso del frío al calor.
La primera vez que se me duermen los pies de frío, que duelen como cachiporrazos.
La primera vez que un pino se enfada y tira todo su volumen de nieve sobre nuestro coche.
La primera vez que entro en calor a base de alcohol.
El primer mar que transporta hielo.
La primera vez (y segunda, y tercera...) que empujo un coche que ha quedado sumergido en la nieve.
Mi primera victoria al billar con los ojos llenos de nieve.

Dejé, dejamos, un dolar pegado en el techo de un bar: es el bar Yukon, en el pueblo de Seward. Al entrar, pasando la mesa de billar, está entre los dos salvavidas colgados en medio de las columnas de la derecha. Si alguien va hasta allí, por favor, que nos lo traiga y deje el suyo de recuerdo.