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miércoles, 9 de septiembre de 2009

District 9: La historia de un apartheid intergaláctico

Hace 20 años, la nave nodriza de una civilización extraterrestre aterrizó en Johannesburgo. Los humanos han recluido a los alienígenas en un campo de refugiados, en los suburbios de ciudad.

Ese es el punto de partida con el que arranca District 9, una película producida por Peter Jackson. El proyecto parece encajar a la medida con ese tipo de historias imposibles que atraen al autor de la trilogía de El Señor de los Anillos.

Pero D9 aporta al cine nuevas intenciones. El director y guionista, Neill Blomkamp, procede de ese campo donde se componen mundos a partir de pantallas de ordenador, 3D y efectos especiales. Ha trabajado en publicidad y en cortometrajes de ficción como Alive in Joburg, a partir del cual se desarrolla District 9. Pero para el mundo de los mortales y las alfombras rojas, se trata de un completo desconocido.

Lo mismo sucede con el protagonista del film. El actor Sharlto Copley también se estrena en una película con vocación internacional. Interpreta a Wikus van der Merwe, un novato al mando del operativo que ha de transportar a casi dos millones de alienígenas a un nuevo asentamiento. Tanto Copley como el director Blomkamp han nacido en Sudáfrica y no es casual que la historia de District 9 transcurra en los barrios más siniestros de Johannesburgo.

Una cara nueva, un director novel y una gran aportación que ambos han heredado del cinéma vérité: el cine documental, el realismo ficcionado, o como quiera llamarse.



La primera media hora de la película mantiene al espectador tan dentro de la historia que ni siquiera la presencia de los extraterrestres, con aspecto de crustáceos humanoides, resta un ápice de realidad a la narración.

La cámara al hombro, planos desenfocados y movimientos más propios de un corresponsal de guerra consiguen involucrar al público en el conflicto, que transcurre mucho más cerca de las chabolas sudafricanas que de la butaca del cine.

La trama nos sumerge además en un nuevo apartheid de dimensiones interplanetarias, con reacciones verosímiles en una sociedad que ha aprendido a vivir en los diferentes lados de las alambradas. La apariencia monstruosa de los alienígenas se acaba integrando con naturalidad.

District 9 tiene algo de La Guerra de los Mundos, de la Mosca, de Transformers y mucho de Peter Jackson.

Pero para ser justos, debemos resaltar la personalidad de un director atrevido como Blomkamp que ha sabido reinventar las películas de invasiones extraterrestres y el debut sensacional de Copley que acaba centrando el drama con un personaje que va ganando carisma a medida que va implicándose en la historia.

Quizás al film le sobren algunas secuencias en la recta final, donde sus autores no han podido resistirse al despliegue técnico gratuito y al ñoñismo de algunas relaciones interraciales, que resbalan en argumentos un tanto tópicos.

En Estados Unidos la película consiguió amortizar en tres días los 30 millones de dólares que ha costado la producción, calderilla, si hablamos de Peter Jackson.

El 11 de septiembre se estrena en España y si el éxito de la taquilla de USA tiene su continuidad aquí deberemos prepararnos para una nueva invasión de alienígenas y palomitas.

D. Landa
Imágenes: Sony Pictures

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