Abrir un grifo y que mane un chorro de agua limpia es un milagro de la modernidad. Y que además se pueda beber sin más es un regalo inalcanzable en muchísimos países. Pero el planeta azul está cada vez más terroso y es responsabilidad de todos pero, sobre todo, de nosotros, los habitantes de los países industrializados que chapoteamos en la abundancia.A veces tenemos muy mala memoria. Este año tenemos los pantanos a más de la mitad de su capacidad y no recordamos que hace apenas un verano algunas zonas de España pedían agua en las terrazas en vez de tintos de verano. El reto del ahorro de agua continúa aunque llueva, sí.
Los expertos consideran que una persona necesita veinte litros de agua al día para consumo individual. En el año 2007, última campaña registrada por el Instituto Nacional de Estadística, cada español consumió 157 litros al día. 157 litros. Bueno, los vascos, menos: "sólo" 125 litros diarios. Y eso que el consumo bajó un 3,7% respecto al 2006... Eso debería hacernos pensar. Como también el hecho de que, en el mismo año, las fugas y averías de las redes públicas de abastecimiento urbano llegaron al 16% de toda el agua que recibieron. Un desperdicio.
Pero el caso es que los consumos urbanos (incluidos hogares, servicios municipales, industrias...) consumen una tercera parte de agua que la que se utiliza para los regadíos. Por eso es tan importante encontrar soluciones de optimización de los recursos hídricos en el campo, como algunas que encontramos en el recuadro inferior de esta página.
Los ejemplos de reutilización del agua empiezan a proliferar. Aunque todavía sólo el uno por ciento de los recursos proviene de agua desalada o reutilizada (procedente de las depuradoras de aguas residuales) y se utiliza más agua desalada para consumo urbano que para el agrícola. Por ejemplo, la desalinizadora de El Prat de Llobregat ya está en uso y abasteciendo a los ciudadanos de Barcelona, que el año pasado vivieron muy de cerca el fantasma de la sequía.
Las estrategias globales pasan por "reciclar" agua como lo hacemos con el vidrio. Recoger aguas de lluvia para usarla para riego de jardines y usos domésticos; instalar dispositivos para reutilizar aguas grises -las que salen de lavadora, lavavajillas, lavabos, bañeras...-; o depurar las aguas residuales, tanto por infiltración directa en el suelo natural como por procesos químicos o, de una forma bastante curiosa, a través de estanques con plantas acuáticas "limpiadoras".
Usar este tipo de aguas es más caro, claro. Pero mucho más caro sería dejar perder nuestros recursos hídricos. Imaginen un futuro en el que las guerras sean por el control del agua, su sueldo se pague en litros potables, les roben los suministros de los pozos y las tuberías... y no estarán tan lejos de las versiones más optimistas del futuro.
El 20% de las especies de agua dulce corren peligro de extinción en este siglo y nosotros usamos 150 litros por persona al día.
investigación y desarrollo
LLUVIA DE IDEAS
Desde el móvil. Es el caso del control remoto del riego. En Extremadura, en la Comunidad de Regantes de Zújar, los agricultores pueden programar el riego desde su teléfono móvil, su ordenador o una PDA. Accionan el riego a distancia, a la hora que determinen, con la duración que fijen y controlando su saldo hídrico, su gasto, etcétera. En Murcia, también por control remoto pueden pedir sus turnos de riego, demandando un horario y un caudal determinado, e incluso se aplica un programa de detección de fraudes y uno de alarma ante posibles fallos, que permite subsanarlos de inmediato.
El dendrómetro. Es un sistema vanguardista ideado por una empresa de Huelva. Por medio de sensores en la tierra –se colocan dos cada cien hectáreas- se miden los niveles de agua y nutrientes de los vegetales, se estudia el clima, se cotejan los datos y así se puede programar el nivel exacto de agua que la plantación necesita. Se calcula que en algunos casos, como el del olivo, se puede ahorrar hasta la mitad del agua empleada.
Ciber-rain. Un ejemplo estadounidense, con similitudes respecto a los anteriores. Usa la comunicación por Internet y actualiza la información meteorológica para que el dispositivo de control planifique el programa de riego más eficiente.
Riego subterráneo. Una forma de ahorrar recursos hídricos pero que mostraba fallos, se está mejorando para inhibir el crecimiento de raíces y la obturación por tierra de las salidas del agua.
Pozos. En el caso de los pozos de sequía que suministran ríos como el Segura, muy habituales en el sur levantino, está funcionando también un sistema de gestión remota del abastecimiento de agua para riego.
Plan Renove. Esta iniciativa quería modernizar las instalaciones de riego y los sistemas de transporte, distribución y aplicación del agua en parcela.
