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martes, 11 de agosto de 2009

DOS HORAS QUE CAMBIAN UNA VIDA

Sentirse solo es el dolor más amargo, el que puede llevarnos a ver la vida como un sinsentido. Sólo en Madrid, unos 200.000 mayores de 65 años viven solos; hay tres mil mendigos que apenas se relacionan con otras personas... Pero hay gente, como ésta, cuya generosidad se vierte sobre ellos.

VOLUNTARIOS DEL AFECTO

Amelia tiene 91 años y despierta una vitalidad arrolladora. Vive sola con su hija Pilar, que sufre Síndrome de Down. Amelia tiene una sonrisa amplia que le gana la partida a los pocos momentos en los que le embarga la emoción por no poder ir a ver a su otra hija, internada en un hospital en el momento de escribir este reportaje. Amelia aún conserva esa belleza que las mujeres nunca pierden. Sus fotografías de joven, desveladas por su hija orgullosa, descubren el por qué.
Alejandra es psicóloga de profesión y al menos una vez a la semana visita a Amelia en su casa. Es una voluntaria de la ONG Desarrollo y Asistencia. Comenzó con una simple visita semanal, pero ha terminado en una amistad inquebrantable. "Llegué a Madrid y tenía mucho tiempo libre. Por esa razón decidí dedicarlo a ayudar a los demás", dice hoy. Desde hace casi un año Alejandra se desvive por Amelia. Y ésta por aquella. "Intentas ayudar, pero al final acabas tú recibiendo esa ayuda", afirma Milagros, una voluntaria que lleva catorce años en esta ONG, desde su fundación en 1995.
Amelia espera con impaciencia los días en que vienen a verla. Cuando se le pregunta por esa esperanza, cierra los ojos, se muerde el labio inferior y se recuesta sobre el respaldo del sillón. En ocasiones, las respuestas más convincentes no requieren de palabras. "Las quiero mucho, mucho", contesta emocionada. Su cara despierta felicidad cuando habla con Alejandra, que a su vez irradia ternura gaditana. Resulta difícil escapar a la emoción de esos momentos.
"Aquí hacemos de todo", dice Amelia. "Hablamos en el salón, salimos a dar paseos, hacemos la compra…", detalla Alejandra. Casi nada es preparado y todo surge de una improvisación auténtica, aderezada por la espontaneidad de la hija de Amelia. Pilar es una mujer simpática. "Eres joven y prometes", le dice a la psicóloga constantemente. "Pilar quiere mucho a todas estas chicas", reafirma su madre. "Y nosotros a ella", apela Alejandra.


Esta historia comenzó sólo con dos horas semanales de visita. Como tantas otras que han terminado en amistad. Ése es el tiempo que demanda esta ONG. El resto sale del cariño entre dos personas. Con el paso de los meses, el voluntarismo se convierte en afecto. "Ha ocurrido veces en las que nos hemos pasado dos horas escuchando a una persona. Se trata de gente que está muy sola y necesita hablar y saber que alguien les está escuchando", explica Milagros, toda una veterana en este mundo del voluntariado.

Cada visita encierra una historia entrañable. Pepe y Javier son dos voluntarios amigos de Fernando, un joven con discapacidad física. Cuando ya se habían contado todas sus vidas, y para no caer en la rutina, idearon un juego: en cada visita tratarían un tema totalmente desconocido para los tres. De esta forma Fernando tuvo que descubrir nuevos mundos a través de libros e Internet a los que quizá nunca hubiera llegado por sí solo. El resultado de esas interminables y novísimas tertulias se ha plasmado en dos libros. El último volumen acaban de publicarlo y habla desde Felipe II y su época hasta el cuadro de Las Meninas o la Capilla Sixtina.

La ONG Desarrollo y Asistencia cuenta con más de 1.600 de estos héroes anónimos en Madrid. Pero necesitan muchos más. La cantidad de programas que llevan contrasta con la falta de voluntarios como Alejandra, Milagros, Pepe o Javier. No se necesita ningún tipo de cualificación. Sólo un empujón de decisión y dos horas semanales de compromiso. ¿Qué son ocho horas al mes si éste cuenta con 720? Nunca tan poco tiempo para algunos ha sido tanto para muchos.

PARA SABER MÁS
Qué es Desarrollo y Asistencia
Es una ONG de voluntariado que lleva prestando ayuda a personas de la Comunidad de Madrid desde 1995.
Qué necesita
Voluntarios para poder cumplir con todos los programas de ayuda. Tan sólo se requieren 18 años y un mínimo de compromiso.
Para qué
Desarrollo y Asistencia tiene diversos programas de ayuda. El 85% de las personas a las que atiende supera los 70 años de edad. El resto se compone por discapacitados o marginados cuyas edades oscilan entre los tres y los setenta años.
¿Necesitas un empujón más para ser voluntario?
1. En Madrid casi 200.000 mayores de 65 años viven solos. De éstos, 90.000 tienen más de 80 años.
2. Sólo en Madrid hay 2.538 personas con discapacidad psíquica.
3. En España, 245.000 personas viven en albergues o infraviviendas.
4. Tres mil personas pasean por Madrid en situación de marginación y desarraigo.
5. El 14% de los enfermos de los hospitales españoles son dependientes y se encuentran solos.


Por M. Lartategui

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