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sábado, 8 de diciembre de 2007

A pozaladas

Palabras a pozaladas, a cascoporro. Páginas web de chichinabo.
Bellas y algo ruralotas expresiones sonoras y desusadas -exceptuando a los chanantes-
De todo eso y de mucho, mucho más, hablaba una amiga mía -que tiene ya muchos post- en su petición del otro día. Buscaba la lista de palabras apadrinadas, y con su permiso transcribo sus razones:

"Voy a apadrinar pozal, sí señor. Porque me recuerda a mi infancia, a mi abuelo, a su casa, al sabor de los huevos fritos de verdad, al olor del café recién hecho, a los gazapos separados de sus padres para que no se los coman, a mi macho Lucero que se murió de viejo y a mí me dijeron que lo habían vendido, a los gatos callejeros, al calor de las 3 de la tarde de agosto, al frío de invierno de no separarse del brasero, al velar a los muertos en las casas toda la noche, a las procesiones con los pies descalzos y a muchas otras cosas que ya no están en mi vida. Jamás pensé que una sola palabra me pudiese evocar tantas cosas".

Como no le dejaron incluir su palabra querida en la lista (igual porque ya no están en los medios, porque ZP y Rajoy ya no entran en esa web), se la incluyo yo en la mía como homenaje a su abuelo, a su gazapo Lucero, al pueblo de Igea y a todo aquello que será su memoria futura. Ni la ciudad ni su ritmo, ni la anemia mental ni la asepsia emocional pueden barrer el recuerdo de una tarde en el pueblo, habráse visto qué rurales hemos salido...

2 comentarios:

  1. Pequeño error que el otro día ya comentamos cara a cara. Lucero era un macho, no un gazapo.
    Besos

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  2. Un "macho", es cierto, en su acepción de mulo, que por cierto y según el RAE puede ser indistintamente nacido de caballo y burra o de asno (=burro, pollino) y yegua. Y casi siempre estéril... ¿casi?

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