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viernes, 30 de noviembre de 2007

Y postre


Ayer me encontré en el metro de Madrid a Charlot. Parecía más corpulento que en el cine, debe ser la primera persona a la que la pantalla le adelgaza. Se balanceaba de lado a lado, moviendo su bastón, y dio un pequeño traspiés al llegar a las escaleras mecánicas, pero no se cayó ni nada, por suerte.

Yo iba deprisa, como siempre en el metro, y pasé a su lado y me salió darle la bienvenida:

Bienvenu, monsieur, le dije bajito. Salió francés porque no sé polaco.

Charlot me miró con unos ojos muy, muy azules (qué raro? En blanco y negro parecían oscuros...) y muy abiertos, y torció los morritos debajo del bigotón.
Me dejó pasar y parpadeó varias veces, como sorprendido. No dijo nada, claro, es mudo.
Ayer me encontré en el metro de madrid a una chica en pantalones pirata y chanclas. Chanclas brasileñas. En noviembre.
Creo que debe de ser la semana en que han sacado a todos los actores y performantes de Madrid a las escaleras del metro.

3 comentarios:

  1. ciertamente, tengo un teorema al respecto: no hay día tan desapacible ni mes lo suficientemente frío en madrid como para no poder encontrarse una guiri en chanclas por la calle...

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  2. ¡Ah!, qué hermoso que te saliera el saludo en francés.

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  3. ¡Vaya, eresfea! Pues bienvenu a vous aussi. Si quieres, escríbeme, me vendrían bien unos consejos para MVD, voy para allá y BsAs en brevísimo. Anda...

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