Entrevista a Carmen Machi.

Hay relaciones que funcionan bien y ése parece el caso del equipo de 7 Vidas, Aída o, ahora, Que se Mueran los Feos. La potencia cómica de Javier Cámara y Carmen Machi ya ha sido probada con éxito y reconocimiento, y su unión con el director Nacho García Velilla y su equipo de guionistas parece abocada a reproducir los triunfos de la risa sobre cualquier situación.

"Nacho García Vega y yo tenemos una unión casi matrimonial"

Es, que no ha dejado de serlo, la reina del humor en los últimos años. Pero aunque no lo crean no es comedia todo lo que reluce, que Carmen Machi es dueña de largos planos silenciosos en el cine, de una seriedad muy concentrada en el teatro, y propietaria de premios que le han caído por buenos trabajos y, ahora mismo, protagonista de otra película más en cartelera. Y van tres en lo que llevamos de 2010. Ahora bien, lejos de la hondura minoritaria de La mujer sin Piano (de Javier Rebollo, estrenada en enero), esta película se acerca más a la faceta tierna que vimos en Pájaros de Papel (de Emilio Aragón), pero explotando el registro cómico, que no en vano la ha dirigido Nacho García Velilla (su director-revelador en 7 Vidas y Aída) y comparte el protagonismo con el gran Javier Cámara. Un purasangre ganador, esta combinación, que se lanza hoy al galope a por la taquilla.

-¿Cómo es eso de la comedia rural?

Es una comedia romántica desarrollada en el campo, así que, en efecto, es una comedia rural. Es que hay una gran tendencia a identificar la "urbe" con el tipo de comedia romántica y esta quiere tirar por otro lado.

-Otro lado que fueron las tierras mañas. ¿Qué tal les trataron?

Estuvimos rodando por todo Aragón, sí, por sus maravillosos parajes. Es un entorno magnífico, ¡casi parecían unas vacaciones pagadas! En Jaca, en Ansó, en Zaragoza... El paraje aragonés es un verdadero protagonista de la película.

-¿Y qué tal la fauna local? Las vacas, digo.

Tiene una fauna local maravillosa... Pues fíjate, si el paraje es protagonista, las vacas mucho más. Formaban parte de todas las escenas, ¡si estuvieron todo el rodaje! Y de hecho yo estuve con una a la que tuve que presentar a un concurso de belleza. ¡Hay concursos de belleza de vacas! -¿Se acuerda del nombre de alguna? Claro, me acuerdo del nombre de todas. La mía era Sandy. Uy, si hasta estuvimos rodando en un parto real de una vaca, y tuvo que hacer de veterinario Javier (Cámara) echando una mano… sí, ya te digo que las vacas han sido personajes fundamentales de esta película.

-¿Ha aprendido técnicas de ganadería?

Hombre, evidentemente, son las cosas de este oficio, que te tienes que hacer rápidamente a lo que te ponen entre manos. Afortunadamente, se supone que mi personaje es de ciudad y va al campo y es muy torpe con este tipo de cosas, pero el resto de los compañeros tienen animales. Al principio parece que todo te molesta un poco… o no que te molesta, sino que estás incómoda, te resbalas porque está todo lleno de boñigas de vaca, de barro… pero luego te acostumbras y hasta los olores forman parte del estupendo entorno.

-¿Y la gente de la zona cómo les veía?

En esta película todo el pueblo formaba parte de la figuración, de los extras, se paseaban por el rodaje, y es muy bonito enseñarles luego la película, les hace ilusión verse en la pantalla grande… Necesitas de la gente de allí, te acostumbras mucho a ellos y además les observas y te amoldas para empaparte mucho de sus gestos y costumbres, tiene que parecer que llevas haciéndolo toda la vida.

-Estaría muy cómoda con el equipo, porque eran la mitad de 7 Vidas...

Sí, claro, sobre todo Javier Cámara y yo, que somos muy amigos personalmente, además de dos compañeros que nos admiramos mucho. Tenemos el mismo concepto a la hora de trabajar, partimos de un lugar muy parecido y eso es muy bueno. Y luego Nacho (García Velilla) es una persona con la que yo tengo una relación casi matrimonial de trabajo, llevo diez años con él, no sólo en 7 Vidas sino también en Aída. Para mí es casi como estar con mi pareja… (ríe): discutimos de vez en cuando pero funciona bien, esa unión. Ha sido muy bonito. Pero no sólo ya con los de 7 Vidas y Aída, somos todos bastante amigos, con Tristán Ulloa, María Pujalte, Hugo Silva, Ingrid Rubio, Juan Diego… el reparto es divino, nos queremos mucho. Por eso parecían unas vacaciones, es que después del invierno trabajando en un montón de cosas, llega el buen tiempo, y te llevan al campo a ese paraje, con un equipo técnico al que ya conoces, fueron unas semanas maravillosas.

-¿Es una comedia de feos o de guapos?

Es una comedia de seres humanos, ni más ni menos. El título no refleja la realidad de la película, va por un lado diferente, por la canción de Los Sirex, que están hartos de que los feos se llevaran a las guapas… Habla de que en la vida hay que apreciar más las cosas pequeñas, mirarse un poco más por dentro, quitarse los complejos y ser optimista y positivo, que la vida es mucho más bella si pones de tu parte. Eso quiere contar. Es una película optimista, bonita, sin más pretensiones que hacer pasar un rato hermoso de cine, tiene una lectura bella, con mucha ternura, y con una factura casi afrancesada, llena de colores, de los colores de la alegría. Y eso, oye, viene muuuy bien…

-Lleva tres estrenos en cuatro meses.

Ha sido casualidad: las películas se ruedan como un año antes de que se estrenen y nunca sabes si van a coincidir. Pero me siento muy afortunada, la verdad, estoy contentísima, porque además son registros muy diferentes y eso sabes que te enriquece mucho más, es un punto a favor. -Estos registros nuevos, para el público, ¿serán la constatación del cambio definitivo? No he sentido la necesidad de demostrar ningún cambio de nada… Lógicamente la gente está acostumbrada a ver una cosa, pero yo he hecho muchos trabajos distintos, muchísimo teatro con personajes muy diferentes. Lo normal en esta profesión es hacer cosas muy distintas. Puede que haciendo lo mismo mucho tiempo, se imagine al actor de una manera, en un tipo de personajes, pero no es lo normal. En fin, no sé cómo lo verá la gente, la verdad es que no lo había pensado.

-¿De cuál de los tres films está más orgullosa?

Uy, no, no… de los tres… Yo, normalmente –y como la mayoría de los actores- no hago nada si creo que no me voy a sentir orgullosa. Yo siento que he vuelto a aprender mucho de estas tres películas, con gente muy diferente y eso es muy saludable. Cada una es una experiencia positiva.

-¿Si García Velilla es su "marido", Rebollo sería su "amante?

No, no. Los directores son personas con las que te encuentras un momento en la vida, que pueden volver, pero prefiero tener "muchos amantes", siguiendo la metáfora: es más práctico y más excitante. En realidad los veo como compañeros que han sido muy generosos conmigo, también Emilio Aragón –¡de él estoy profundamente enamorada!- y por supuesto Nacho, que ha sido una persona muy importante en mi vida... En realidad los tres lo han sido… ¿Me puedo quedar con tres amantes?

PILLS:

En un rodaje, en el que se convive tanto, es muy importante que haya buen rollo, y en esta película había una amistad ideal.
Tengo sangre del norte, de los picos de Europa: el campo aún no está tan alejado de la realidad de nadie.
Duermo cuatro o cinco horas al día. Pero creo que es fundamental para reciclarse: cuando Duermo seis horas me cambia la vida. Dormir y trabajar en lo que quieres son las mejores fórmulas para estar en forma.
No veo la crisis del teatro por ningún sitio. ¡Yo voy y están llenos! Creo que está en una época magnífica.

Eva G. Tanco