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jueves, 26 de marzo de 2009

Pesimistas solidarios

José Saramago, que tiende a la literatura brutal -para mí, maravillosa- y que no se caracteriza por una fe ciega en la raza humana, dijo el otro día:

- Desde el momento en que el hombre nace para morir, tiene sentido ser pesimista. Es un sentimiento lógico en el ser humano. Y de todos modos, si para el optimista, que ya es feliz, todo va a estar bien, sólo podemos confiar en los pesimistas para que cambien el mundo.

5 comentarios:

  1. ¡¡¡Error!!! Lo diga Saramago o San Pedro, el pesimismo como principio es la razón con la que los cínicos lo justifican todo. La crítica al optimista es demagogia pura y el único consuelo de quien lo ve todo como si ya estuviera perdido. Si hay un grupo de personas incapaces de cambiar nada ese es el de los pesimistas, lánguidos, ironizando sobre la ignorancia de los que se ilusionan, porque para ellos nada se puede cambiar, o si cambia será a peor. ¿Confiar en los tristes? de ninguna manera...

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  2. Qué virulencia!! Un tema espinoso, veo...

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  3. Es difícil contrariar a Saramago -al genio de Saramago-, por lo que no voy a hacerlo... el pesimista es, quizá, el único que se indigna. Y de la indignación algo parecido a la acción puede surgir. Y eso es interesante... comparto tu encanto por Saramago!

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  4. Saramago no es ateo de mi devoción.
    Pero, al margen de eso, creo que el punto de partida no es muy lógico. El hombre no nace para morir, lo nacen para vivir. Otro asunto es que se crea nacido por generación espontánea y que sólo mire el final de la vida.
    El final es un poco más sólido, los pesimistas son más revolucionarios, sí...

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  5. Veo que somos todos optimistas. Bien. Pero fíjense en que hablamos de un señor mayor, con sus 86 años, que aún busca que alguien cambie el mundo...

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