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jueves, 8 de mayo de 2008

Multas públicas

Toma ya!
El País, fin de semana pasado: “China multa a los presentadores que pronuncien mal”
Si es que nos van a comer con patatas, está claro. Vaya penalización! Y ya lo han aplicado, sí, con algún presentador de informativos. La multa es simbólica en términos de cuantía, pero sirve de escarnio público. Y me parece estupendo. Me imagino importando a España esas sanciones, uff, no iban a caber los videos de gazapos en youtube. Estoy pensando en algún presentador de deportes y en alguna presentadora de magazines con los cuales el guardián de la dicción de turno no iba a dar abasto. Y eso que entre pronunciar chino y pronunciar español hay una diferencia…
Propongo, por ampliar el espectro de esta maravillosa norma, multar también pero con más severidad a todos aquellos escritores o trabajadores de la lengua que escriban mal, lo que ya es bastante más sangrante.
Poooor cierto, eso me recuerda que estoy leyendo el último best seller (y tanto) de Carlos Ruiz Zafón, El Juego del Ángel, y a punto estuve de cerrar el libro de golpe cuando, en la página 68 encontré un atentado contra mi piedra cerebral particular y motivo de uno de los últimos post: la confusión –increíble por sencilla- entre el deber y el deber de. Dice:
-Tonterías
-Tonterías lo son todo en esta vida. Es simplemente una cuestión de perspectiva.
-Debería de poner eso en su libro. El nihilista en la colina. Un éxito cantado.

Mal. Mal. Y pocas páginas después (hablamos de un libro de más de 600), hay una errata que confunde el nombre de pila del protagonista. Me alegro de no haberlo cerrado porque me lo estoy devorando y porque no he hallado ningún otro error “deber vs deber de”, así que me inclino a pensar que, o bien Zafón no sabe distinguirlos y a su corrector se le pasó, o fue este último el que metió la pata dos veces casi seguidas al inicio de la novela. Qué queréis, me da mucha pena que el libro más esperado de los últimos años, un super ventas seguro y el de mejores números iniciales de la historia de la letra española salga al escaparate con erratas.

Sé que esto es un tostón, pero me estoy convirtiendo en una hiena olfateadora de errores gramaticales. Y no voy a cejar. Ea. Brindo por las multas a la incorrección lingüística.

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