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viernes, 1 de junio de 2007

Madero, apártate de mi cerveza

Lo más triste del mundo es parafrasearse a uno mismo, pero... tomémoslo como una inocente recurrencia.

Los maderos de mi barrio se están replegando, comienzan a abandonar nuestras calles e intersecciones. Pobres. Son buenos, los locales, con su gorra de plato y sus petos fosforitos, se tienen que sentir incluso un poquitín ridículos. Buena gente. Como el local que estuvo el otro día compartiendo un café con nosotras en el 2 de Mayo, hablándonos de sus tiempos en la legión y de que la gente del barrio está hasta las narices de no poder dormir, explicando con claridad donde les metería los bongos a los hippies... (en su caaasa...)

Ahora que los locales van desapareciendo, los chinos han vuelto a vender cerveza, gracias a Dios y a Buda. Ahora, ya no tienes que gastarte los cuartos a las nueve y media de la noche en un bar por una simple birrilla para llevar. Que luego, en las intersecciones, la media docena (ya no son pareja) de locales te hacían abrir lo que llevaras, como si esto fuera USA. Ahora no, un susurro, ochenta céntimos, una cerveza. ¿cómo puede estar prohibido vender cerveza en un ultramarinos? Maldita sociedad ultraprotectora...

6 comentarios:

  1. Los chinos, mi querida Missy Dalloway, son un universo a parte. En ellos puedes comprar acelgas de bote, braguitas de nylon, tierra para las plantas e incluso unas pinzas para el coche... literalmente puedes adquirir DE TODO. Pero lo realmente grande de estos lugares es que siguen manteniendo ése puntito de venta clandestina que tánto me gusta. Y es que, si puedes comprar una cervecita susurrando y deslizar el dinero disimuladamente entre los dedos del dependiente... ¿quién demonios quiere comprarle alcochol a una fría cajera de supermercado?

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  2. Compi! Ya me gustaría a mi que se estuvieran retirando... Tenías que haber visto la plaza de 2 de mayo el viernes... Me parece que le han cogido tanto gustillo al barrio como nosotras

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  3. Anónimo uno, es verdad, el punto clandestino es un aliciente. Y sí, se puede comprar de todo... ¡Hasta un voltímetro!
    Anónim@ dos que me llamas compi... ¿Hasta cuándo nos van a tener tomadas? no me extraña, de todos modos. El barrio es guay.

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  4. Pico y pala os daba yo a todos...

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  5. es tremendo. Es muy triste y significativo que el post que suscite comentarios sea uno cervecil, teniendo en cuenta el logro científico histórico del que daba cuenta en el post inmediatamente anterior. Ya no quedan valores, ay.

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  6. A este último comentario.... ¿no será que la gente habla de este post porque usted no actuliza el blog?. Hace MUCHOS DÍAS que prometió usted una nueva entrega.
    ¡¡¡¡¡¡quiero mi post!!!!
    jajajajajajaja

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