Todos debemos implicarnos en la protección de los niños. Y, según cuentan los que mejor saben del tema -los profesores, que son quienes ven pasar generaciones de niños y generaciones de padres- parece que los nuevos papás y mamás vuelven a ideas tradicionales respecto a la educación, que es la salvación, la base del pensamiento libre, su mejor protectora contra los abusos y contra las mentiras.
Por cierto que dice el nuevo Defensor del Menor que "hay gente que esto (se refiere al azote) lo confunde y piensa que la única forma de educar es con el castigo físico"... Los sucesivos defensores del menor no se acaban de dar cuenta de que las generaciones cambian, y quienes hoy tienen niños pequeños a los que educar son jóvenes en la treintena que han podido ver los frutos de muchos desmanes educativos libertarios (no tocar al niño bajo ningún concepto; cómo se le va a dar un cuaderno de caligrafía a un niño de cuatro años si eso coarta su libertad...). Volvamos al redil. Hagamos que los hijos sean niños y no adultos prematuros ni viejos perpetuos.
Y señalemos con el dedo y gritemos muy alto contra la pederastia, el abuso y la pornografía infantil, esa que destruye tan temprano el antídoto de los niños contra el dolor: la inocencia.
PD: pon hoy un post contra la pornografía infantil. O ponlo mañana.
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