Seguro que muchos lo conocen, pero no por ello es menos espectacular.
La ternura de este hombre, Israel Kamakawiwo, una voz y un ukelele, un estudio de grabación a altas horas de la noche y una pieza inolvidable.
Y si aún hay alguien que no conociera a este artista hawaiano fallecido, que eche un vistazo.
La primera vez que lo vi, hace tiempo, me llevé una conmoción como una bofetada.
Hace unos días, por algo parecido -otro prejuicio de apariencias- lo recordé.
Aprobado.
ResponderEliminarEnlazado.