Era, además, un artista leonardesco, interesado por la mecánica, la robótica, las bellas artes clásicas y las fórmulas más modernas. Por eso se encuentra uno desde un ascensor hasta muñecos de ventrílocuo, pasamanos de escalera o la patente de una caja giratoria.
La muestra está organizada por la Tate Modern y el Reina Sofía y es la mayor recopilación de Juan Muñoz que jamás se haya presentado.
Hasta el 31 de agosto.
Sus obras fantasean con la literatura, los viajes, recuerdos de otras manifestaciones artísticas que calan en su trabajo. Una galería de "guerreros de xian", estos suyos idénticos uno al otro y a la vez todos diferentes; una procesión de contertulias que recuerdan las danzas turcas al sol...
Y sus sombras y espejos resultan inquietantes y conmovedoras al mismo tiempo, hablándonos de la identidad, la soledad, la espera, la reflexión...
La exposición ocupa gran parte del museo, desde el claustro y la planta baja hasta casi toda la tercera planta, con terrazas incluidas. Muy recomendable.
Hasta el 31 de agosto.